viernes, septiembre 30, 2005

Pequeña Historia de Amor, 0101

"Since we feeling so anesthetized in our comfort zone..."
Placebo

Todo comenzó con una "loca idea", inspirada en los múltiples talleres vividos en esta nueva etapa de conciencia. ¿Quiero apoyar a mis hijos? Cada ves tengo más herramientas para hacerlo, para compartir, para enseñar con el mejor ejemplo posible: mi vida, vivida.

Hace tiempo que no hacía un estiramiento por voluntad propia. ¿Cómo será esta ves? ¿Cómo será ahora con una hija? Veremos...


Grace

Como muchas niñas de su edad, a veces no quiere ir a la escuela. Platicando con ella, le he comentado que un miedo muy personal es algo que me fue "plantado" por la sociedad desde muy chico, y que es la idea generalizada de: quien no estudia, no logra nada en la vida y está condenado a vivir en la pobreza. El que no estudia va a pasar por una vida difícil, sin "comodidades" ni oportunidades.

Este miedo hace que mi primera reacción sea el querer regañarla por no ir a clases, ya que yo no quisiera que ella pasara por lo que "se supone" le va a pasar, y le digo que mi amor por ella es lo que me hace tener miedo al punto de querer "obligarla" a que no haga eso. Le recuerdo que en el pasado lo hice, la regañaba, la castigaba y hasta le pegaba por eso, y por otras tantas cosas que me daban miedo, pero no sabia como expresarlo y mucho menos me atrevía a compartirlo con ella.

Ahora le digo que prefiero compartir cómo me siento, qué miedos tengo, y así evitar regaños y enfocarme en apoyarla a buscar soluciones para sus retos diarios.

No dejo de recordarle que ahora yo sé que no necesariamente le va a pasar "eso" que me inculcaron de chico y que me produce tanto miedo. Le recuerdo la historia que le he contado, de un paciente de mi padre, que no terminó la primaria, y sin embargo puso un negocio prospero, y que él y su familia vivían mucho mejor, económicamente hablando, que nosotros. Cada año tenían carro nuevo, viajes a Europa, sus hijos en "buenas" escuelas, etc. Eso me hizo dudar seriamente lo que me inculcaron. ¿Cómo era posible eso, si los que no estudian se quedan pobres?

Así pues, le digo que su experiencia va a ser su experiencia, y no necesariamente la experiencia de otros. Y que es mejor que le comparta mis sentimientos siempre, en ves de sermonear, regañar o castigar.


Re-aprendiendo a ser padre

Pero, ¿que puedo hacer para apoyarla en este caso? Su madre, con la que vive a diario, me platica de los grandes dramas que se arman cuando ella no quiere ir a la escuela, me dice que ni con regaños ni castigos la puede "obligar" a ir. Incluso a veces me "reclama" que meto ideas que Grace aun no puede manejar a su corta edad, que aun es una niña, y hablarle de cosas como el poder personal de crear su propia vida, de que aprenda a vivir sus experiencias, que su vida es de ella, etc, solo la confunden y le dan armas para "hacer lo que quiere" y salirse con la suya.

Mi intuición me dice que no está mal compartir las cosas que yo mismo estoy aprendiendo y re-aprendiendo. Mi meta es apoyarla para que ella aprenda a vivir por cuenta propia, sin depender de nadie, y que aprenda a usar su inmenso poder personal para crear su propia realidad, para lograr lo que quiere en su vida.


La zona de confort

Fue en el 2002 que me hablaron de la zona de confort y la caja de creencias de los seres humanos. Por el miedo "natural" a lo desconocido (yo mas bien creo que es cultural y ancestral, pero aprendido, no natural), el ser humano trata de crear en su vida una cierta estabilidad, a través de la ilusión del control. Así, crea una "zona de confort", donde todo es predecible, programado, cotidiano, manejable.

Y con tal de no enfrentar lo desconocido, lo impredecible, lo misterioso (todo en esta vida debe tener un porqué y una explicación, otro trauma mental ancestral), el ser humano se dedica a vivir en una zona muy estrecha de sus posibilidades. Salir de esta zona es arriesgar demasiado, a veces arriesgarlo todo. Así que es mejor vivir en limites y creencias impuestas y autoimpuestas, con tal de llevar la fiesta en paz.

Pero la vida no puede ser controlada, manipulada ni limitarse a una zona tan estrecha. Así que tarde o temprano el Divino proceso de la vida nos trae las condiciones optimas para crecer, para ampliar nuestra zona de confort.

Para "desgracia" de la mayoría, estas gloriosas oportunidades de crecimiento, de cambio, de adaptación, son vistas como grandes tragedias. Y sin embargo, todos sobrevivimos a ellas, y salimos con mucha mas experiencia de ellas, listos para enfrentar el siguiente reto. Usualmente viviendo grandes dramas personales. Sin embargo, el dicho de "en unos meses, o años, te vas a reír de esto" siempre se cumple. ¡A como le gusta al ser humano dramatizar tanto las cosas! :-)


Estiramiento

¿Y que tal si en lugar de esperar a que la vida nos presente estas oportunidades, nos adelantamos y, por voluntad propia, decidimos ampliar nuestra zona de confort?

A este proceso le llaman "estiramiento".

Básicamente consiste en identificar un miedo personal a algo, y luego idear una experiencia para enfrentarlo. Así, cuando la vida nos presente los "estiramientos naturales", ya tendremos la experiencia de como pasar y superar las pruebas, con menos dolor, drama, tragedia. Es como calentar los músculos antes de un esfuerzo físico fuera de lo normal. Es mucho mas fácil que si no lo hacemos. Sufrimos menos dolor y calambres.

Lo interesante es idear una prueba lo mas cercana a la realidad posible, que realmente nos "estire". Si solo nos saca un sustito no sirve de mucho. Debe ser algo que realmente creamos que no vamos a poder hacer, que no nos atreveríamos a hacerlo ni en mil años: primero muerto que atreverme a hacer eso.


La propuesta

Un buen día pensé: ¿Y por que no invitar a Grace a un estiramiento? Ademas, hace un rato que no hago uno, así que a mi tampoco me caería nada mal...

Pero... ¿qué hacer? ¿qué prueba poner? Mmmmm... a ver, dejame reviso mis miedos mas profundos...

Varias opciones rápidamente salieron a la luz de mi consciencia. Pero seria muy conveniente que se alinearan al miedo de Grace, que le hace no querer ir a la escuela... eso reduce las opciones...

¡Bien! ¡Ya está!

Así que la siguiente ves que se tocó el tema con su madre, le platiqué del plan. Su madre también pasó por los mismos talleres, así que ella sabe bien todo esto.

Le comenté el plan y en resumen me dijo que estaría bien que lo hiciéramos. Yo la invité a que también ella ideara estiramientos que le ayudaran a nuestros hijos, y que se animara a hacerlos con ellos de ves en cuando.

La próxima ves que Grace vacacionara conmigo, haríamos el estiramiento.


La invitación

Y así fue. En las vacaciones de Diciembre del 2004, fui por Grace a Monterrey. Esta ves le tocó pasar Navidad y Año Nuevo en la Ciudad de México.

Un buen día, le dije que tenía planeado un experimento de "todo un día" para estas vacaciones. Intrigada no dejaba de preguntarme de qué se trataba. Yo le dije que pronto lo sabría, que pasando Navidad la iba a invitar, ya que no se trataba de obligarla, y que si ella decidía no participar, pues no lo haríamos.

Al fin, el 28 de Diciembre, día que ella aprovechó para hacer unas bromillas del día de los inocentes, le platiqué el plan.

Primero le expliqué, lo mejor que pude y en términos que ella pudiera entender, lo que era la zona de confort y lo que era un estiramiento. Una ves que le quedó claro, pasamos a los detalles.

"Te invito", le dije, "a que un día renunciemos a todo lo que tenemos y nos salgamos a la calle a tratar de sobrevivir un día entero, sin dinero, sin coche, sin nada mas que la ropa que traigamos puesta. Para sobrevivir vamos a tener que pedir dinero, comida, limpiar los parabrisas de los carros en las esquinas... en fin, lo que sea necesario para comer. La renuncia incluye mi educación y conocimientos adquiridos que pudieran facilitarme generar dinero ese día.".

Le dije que el estiramiento iba a ser para ambos, y que la estaba invitando para que viviera en carne propia una posibilidad de la consecuencia de no estudiar. Así, cuando le diera flojera ir a la escuela, recordara qué quiere en su vida (casa, carro, viajes, un trabajo de veterinaria con el que sueña, etc), y también recordar lo arduo de enfrentar la vida actual con poca preparación.

Yo creía que esta experiencia iba a ser de gran valor en su vida, ya que que íbamos a vivir lo que sienten las personas que viven en la calle, y trabajan o piden en las esquinas.

Sinceramente pensé encontrar resistencia, pena, miedo, y hasta estaba preparado para tratar de convencerla. Cual es mi sorpresa al oír: "¡OK! ¡Que bien! Yo siempre he tenido curiosidad de saber que sienten y como viven las personas 'pobres' en la calle".

¡Vaya! Insisto en que debo tener mucho cuidado con lo que pido, ya que últimamente se me da muy fácilmente. Pero, ¡Qué alegría! Esto va a ser muy interesante, para ambos.

"¿Qué día quieres hacerlo?"

"Pues el miércoles, que no circulas, y así aprovechamos que no hay carro".

"OK, así será".


En sus marcas, listos...

El día comenzó algo tarde, debido a la desvelada del martes. A eso de las 10 tomamos algo de líquidos, pero no desayunamos, ya que el plan era renunciar a todo ese día. Y con mi credencial de elector, una tarjeta lada y el # de teléfono de la casa del abuelito Randy (por alguna emergencia), nos lanzamos a la calle.

"Oye papá, ¿y qué les digo si me preguntan por qué estoy haciendo esto?".

"Pues diles la verdad, que solo por hoy decidimos renunciar a todo lo que tenemos y que queremos saber lo que se siente vivir en la calle, aunque sea un solo día".

"Bueno, pero vamos a llevarnos unos trapos para limpiar los parabrisas de los carros".

"OK".


La primera moneda

Para comenzar el día, decidimos ir a un cercano cruce de avenidas para limpiar parabrisas.

"Tu te pones del lado del camellón, para que no te sorprenda el cambio de luz verde y te quedes en medio de la calle. Yo me meto en los carriles centrales. Vamos a ver cuanto dura el semáforo en luz roja."

A Grace se le notaba la curiosidad, y sin pena se lanzó a "trabajar". Yo al principio sentí miedo y estaba un poco "tieso": no miraba a las personas directamente a los ojos, como ahora lo hago. Me sorprendí con mi cara "seria", como si fuera un castigo lo que estaba haciendo. Poco a poco me fui aflojando, inspirado por mi hija y su gran entusiasmo.

Después de unos minutos, y de no recibir tan siquiera las miradas de las personas, decidimos cambiar de esquina.

Yo estaba un poco nervioso y me puse atento a vigilarla de reojo, por el miedo a la posibilidad que alguien en un carro se la quisiera llevar. Ese pensamiento me horrorizó, y al instante traté de conciliar ese miedo. Lo primero que pensé fue "Aquí, hoy, va a pasar lo que tenga que pasar. Voy a hacer mi mejor esfuerzo en no perderla de vista. Dios, apoyame y que esto sea lo mejor para ambos."

¡Al fin algo de dinero!

A los pocos minutos en este lado del crucero, llega Grace con la cara iluminada, contenta, como si se hubiera sacado la lotería. "¡Me dieron 2 pesos! Y ni siquiera tuve que limpiar el vidrio...".

"Que bien", le dije, " ¿Le diste las gracias?"

"Si, claro. !Yupi!".

Literalmente saltaba de gusto. Le dije que ella misma guardara el dinero y que nunca olvidara ver a las personas a los ojos y darle las gracias.

"Vamos a seguir", me dijo ella.


Pánico

Por un momento me distraje en mis pensamientos de alegría, y al cambiar a verde la luz del semáforo, la perdí de vista.

¿Dónde quedó? No la veía por ningún lado. Comencé a preocuparme. No dejaba de buscarla por ambos lados de la acera, y entre los carros que circulaban.

Al llegar la luz roja, comencé a sentir un frío por la espalda, al no verla por ningún lado. ¿Y si mis peores miedos se convertían en realidad ese día? ¿Qué pasaría si no aparece? Esto no puede estar sucediendo, esto era un ejercicio para estirarnos tantito.

La adrenalina comenzó a recorrer mi cuerpo, y la culpa mi mente.

"Dios mío, ayudame. Ayudame a pasar por esto. Ayudame a aceptar el destino de mi hija, hoy y siempre, por mas terrible que pueda parecerme. En Tí confío".

Los pocos minutos, que parecieron una eternidad, culminaron en la aparición de una bella niña con su cara iluminada y llena de alegría. "!Un señor me dio 5 pesos!".


Invisibles

Después de un rato, ella me pidió que nos sentaramos en las bancas de la parada de autobús. Aprovechó para contar su dinero.

"¿Y a ti como te ha ido, papá? Yo ya llevo 7 pesos".

"Mal, a mi nadie me ha dado nada. Ni siquiera voltean a verme".

"Pues a mi solo me han dado dinero los señores. Las mujeres ni me pelan. Parezco invisible".

Nos quedamos otro rato en esa esquina. Luego decidimos cambiar de esquina, hasta cubrir las 4.

Grace logró juntar unos 13 pesos en 2 horas.

Yo seguía sin un solo peso, a pesar de sentir que ya me había "aflojado" mucho. Las personas al volante de plano ni me veían. Sin embargo, los que llevaban acompañantes, se me quedaban viendo extrañados. Algunos hasta se reían, tal ves de incredulidad. Eso nunca lo sabré.

Decidimos descansar un rato. Grace sugirió caminar hacia el metro, para tratar de ir mas lejos, a donde dieran mas dinero, porque ahí casi nadie daba. Le dije que estaba lejos y que si gastábamos el poco dinero que teníamos no íbamos a poder comer mucho. Ademas le dije que la estación mas cercana estaba como a 5 kilómetros.

"No importa, vamos para alla, a ver hasta donde llegamos. En las esquinas que encontremos, pediremos más".


Agua

Al ir caminando por la calle, comencé a observarla, y ver como se distraía con cualquier cosa. Mi mente rápidamente comenzó a juzgar su conducta, anticipando que a ese ritmo no íbamos a lograr nada ese día.

Pero al poner en práctica mi capacidad de "observador de mi mismo" caí en cuenta que mis miedos querían salir y gobernar mi mente. Mas calmado, decidí que ese día iba a renunciar a otra cosa: mi tendencia a querer controlar y anticipar el flujo de la vida y sus posibles consecuencias.

"¿Y si mejor me 'callo' y me dedico a observar? ¿Que pasa si en ves de preocuparme, me uno a Grace en su desenfadada actitud, en su alegría innata? Observaré que pasa..."

Al no obtener ni un quinto en algunas esquinas rumbo al metro, Grace comenzó a enfadarse.

"¿Cuánto falta?"

"Como 3 kilómetros."

"¡Que flojera! Mejor vamos a comprar agua, tengo sed."

Pronto apareció un Oxxo, y ahí buscamos la botella de agua mas barata que tuviera la mayor cantidad de líquido. También comenzamos a ver los precios de algunos alimentos. Un "cuernito" lo suficientemente grande para alimentar a ambos, con jamón y queso, costaba $10.50

Solo compramos el agua y seguimos nuestro camino. Nos quedamos con tan solo 10 pesos.


Buscar trabajo

"¿Qué más podemos hacer, papá?"

"Pedir trabajo en las casas, en un supermercado, pedir comida en las casas, pedir dinero a los que pasan caminando en la calle. ¿Tu que quieres hacer?"

"Ya me cansé de caminar y ya tengo hambre."

"Ya sé, aquí adelante hay un Gigante, vamos a pedir trabajo de empacadores, ahí podemos sacar dinero mas pronto."

"¡Si, vamos!"

Resultó que para que un menor pueda trabajar de empacador debe llevar acta de nacimiento, constancia de estudios, calificaciones y carta firmada por ambos padres. Y a un adulto algo parecido. El caso es que no pudimos trabajar ese mismo día de empacadores. A seguir buscando alternativas.


Desesperanza

Luego de intentar en varias esquinas, y no lograr nada, comenzamos a desesperarnos.

"Ya me cansé, papá. Vamos a hacer otra cosa"

"¿Y que se te ocurre hacer?"

"Tu dijiste que podíamos ir a pedir trabajo a las casas. Vamos a hacer eso, tengo hambre"

"OK, vamos a caminar de regreso y en la colonia pedimos trabajo en las casas"

Tuvimos que caminar varias cuadras, ya que solo había comercios por la avenida. Al fin llegamos a una colonia y comenzamos a tocar en las casas. En las primeras casas nadie abrió. En la primera casa que abrieron, pedí trabajo, como lavar carro, barrer, etc. Me dijeron que no. Entonces pedí algo de comer, obteniendo la misma respuesta.

A Grace comenzó a darle pena, y no quería estar junto a mi al momento que abrían las puertas de las casas. Le dije que si solo me veían a mi era más difícil que me dieran trabajo o comida, pero que si veían a un menor conmigo era mas probable que obtuviéramos algo.

Después de tocar en varias casas y no lograr nada, al fin una señora al abrir y oír mi petición, se nos quedó mirando con autentica compasión. ¿Qué habrá pasado por su mente en ese instante? Su cara cambió de estar distraída en sus pensamientos diarios, a una de preocupación. Fue como si hubiera recordado algo.

Con disculpas nos dijo que nos iba a dar algo de comida, pero solo lo poco que tenía. Salió con una bolsa llena de frutas que se usan en las posadas (jicamas, naranjas, limas). Le di las gracias diciendo "Que Dios le dé más".

Nuestras caras se iluminaron al ver tanta fruta, y rápidamente comenzamos a consumirla.


Rumbo a casa

"¿Y cómo vamos a pelar las jicamas?"

"Así, mira. Las muerdes para separar un poco la cáscara y luego sigues con las manos"

Decidimos comenzar el regreso, aunque apenas eran como las 3 de la tarde. La comida nos supo a gloria, y aparte de aminorar el hambre, nos hidrató.

En el camino vimos unas bancas en la parada del autobús y Grace sugirió sentarnos para comer más cómodos. "¿Y si nos sentamos aquí se van a parar los camiones?". Le dije que en la ciudad si no les hacías la parada, nadie te pelaba. "Ah, es que alla en mi pueblo si te ven sentada en una banca de parada, si se paran".

Mientras pelaba la fruta, comencé a contarle de los estiramientos de algunos amigos y conocidos.

"¿Te acuerdas de Ale?"

"Ah, si, con la que jugué una noche en un restaurante"

"Si, ella. Pues ella y su compañera Claudia me contaron sus estiramientos, y cómo les fue. El estiramiento de Claudia me impresionó mucho, pues cuando me lo contó, yo también tenia el miedo de saber como iba a generar dinero en mi vida"

Al estar contandole a Grace que Claudia tuvo que vender "caca" de perro, y que hubo al fin quien se la compró, se me salieron las lágrimas. Ella me vio extrañada y le dije que me daba mucho miedo eso en mi vida, y que la experiencia de Claudia me daba animo cada que sentía ese miedo.

"Pero, ¿a poco se puede vender la 'caca' de perro??? ¿Quien se la compró? ¿Por qué?". Para Grace todo eso era muy extraño.

Le dije que alguien que tal ves pasó en su vida por algo similar, de no tener dinero y necesitarlo desesperadamente, se identificó con ella, y recordó lo terrible de esa situación, y por eso compró algo que normalmente no tiene ningún valor. O que tal ves alguien logró ver la desesperanza y el miedo de Claudia, y decidió apoyarla comprandole esa extraña mercancía.

"Así como la señora que nos dio la fruta. ¿Viste la cara que puso al vernos?"

"Si"


La ultima estirada

Seguimos caminando de regreso a casa, pero aún teníamos un poco de hambre, y 10 pesos en la bolsa.

"¿Por qué no vamos al Oxxo y compramos algo? Se me antoja el cuernito, pero nos faltan 50 centavos"

"Me parece bien. Vamos para allá y en el camino pedimos a ver si juntamos los 50 centavos que faltan"

"Pero ya no quiero pedir en las esquinas, no nos dan nada!"

"Ya sé, vamos al Oxxo y en la entrada de la tienda pedimos el dinero a los que entran o salen, ya es muy poco"

"Si!!!!"

Al llegar a la tienda, comenzamos a pedir, y una ves más una señora que iba acompañada por su hijo de unos 10 años, nos miró con compasión. "¿De veras solo necesitan 50 centavos?", preguntó. "Si, solo eso".

Con el dinero en la mano, corrimos a comprar la comida. Grace tenía aun tanta hambre que me dijo que lo comiéramos ahí mismo. Yo le dije que mejor fuéramos al parque de enfrente.

"¿Y que vamos a tomar? Ya no tenemos dinero"

Le dije que era mucho mas fácil pedir agua en las casas, y que yo la iba a pedir. Así pues, fuimos al parque a comer y terminamos de saciar nuestra hambre.

Ya casi al terminar, llegaron unos jóvenes con un refresco de 2 litros y unos vasos, y se sentaron casi frente a nosotros. Aproveché para ir a pedirles refresco y con gusto compartieron. "Ya ves, Grace, hasta refresco tomamos".

"¿Y como que horas son, papá?"

"Pues por la posición del sol, como las 5 de la tarde, pero deja pregunto... si, son las 5"

"¿Tenemos que quedarnos hasta la noche?"

"Hasta que se ponga el sol"

Nos quedamos jugando un rato en el parque, y como a eso de las 6 iniciamos el regreso final a casa.

Nos dedicamos a ver los aparadores de algunas tiendas, y hasta entramos a una librería. Comenzó a oscurecer justo al entrar a la colonia de casa del abuelo.


En casa

Al llegar a casa, nos sentamos en la cocina a tomar agua y merendar algo ligero. El abuelo se sentó también a merendar. Grace se me quedó viendo y en voz baja me preguntó:

"Oye papá, ¿puedo contarle esto a quien yo quiera???"

"¡Claro que si! Pero mas importante aún, nunca olvides lo que viviste y lo que sentiste el día de hoy!"

...

"Hoy es otro hermoso día aquí en la tierra, y estamos dispuestos a vivirlo con alegría. Somos UNO con el poder que nos creó. Todo está bien en nuestro mundo. Todo..."

"Gracias Dios nuestro por mostrarnos la senda. Gracias Eric por atreverte a recorrerla. El Señor es mi pastor, nada me falta..."

Glorioso día.... GLORIOSO DIA!

Gracias Grace por ese día lleno de valentía , aventuras y mucha alegría. Bendita eres, Dios en ti, siempre.

¡Tu también eres el corazón despierto!


ericrkl
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"enseño lo que tengo que aprender"
"Tu eres el corazón despierto"


Vivir
Belinda
MP3

Quiero dormir, no madrugar
Ya son mas de las 10, a despertar

Empezar con la ilusión
Vivir en el extremo
Planear algo ideal

A veces quiero gritar
Y poder volar

Vivir y ser como yo quiero
Vivir con el corazón abierto
Ven y entenderás todo lo que yo siento
Yo busco siempre amor de verdad

En la ciudad es todo igual
No veo entre la gente algo especial
Mi corazón quiere encontrar
Alguien sincero que me haga soñar

A veces quiero gritar y poder volar

Vivir y ser como yo quiero
Vivir con el corazón abierto
Ven y entenderás todo lo que yo siento
Yo busco siempre amor de verdad

Despertar y gritar
Sentir en mi la vida
Arriesgar y apostar
Sentir adrenalina

Debo aceptar mi vida normal
Pero yo quiero algo más

Lo sé... pronto llegará

Vivir y ser como yo quiero
Vivir con el corazón abierto
Ven y entenderás todo lo que yo siento
Mi amor es verdadero

Viaje a Cancun, 2004

Expect unexpected... Love

Había estado pidiendo ir a la playa, a meditar... a practicar el "simplemente ser". ¿Cómo será regresar a la inmensidad del mar, ahora en conciencia?

Todo se fue dando, despacito, a su ritmo. Incluso con un par de arranques "en falso". Y aquí estoy, rumbo a una aventura mas de la vida. Estoy dispuesto a vivirla entregandome al 100%, observando, creando, disfrutando de todo lo que se me presente.

Llevo una caja con muchos manuales y pesa un buen. Al llegar al aeropuerto resulta que la tarifa de sobrepeso es mucho mas alta de lo que me dijeron, y no tengo para pagarlo. ¿Que hago? Trato de buscar una solución al problema.

Me reporto a Folder X para avisar del contratiempo y decido pedir que vayan a recoger la caja al aeropuerto, sacar solo un juego de manuales y llevarlos en la mano.

Regreso al mostrador a pedir mi caja, y resulta que va a estar mucho mas complicado de lo que parecía.

No se si fue mi creencia de que La Vida/El Universo me apoya completamente en lo que pienso, o una simple "coincidencia", pero la mujer del mostrador la ve complicada y de plano me dice "ya mejor vayase así".

No dejo de sorprenderme, y le doy las gracias a la mujer, diciendole "Dios se lo pague, a usted y a su compañía". Ella me da las gracias y responde que ojalá que se lo pagaran a ella. Yo le asegure que así sería, tal vez no en dinero pero que algo muy bueno le iba suceder.

Hablo para reportar a Folder X que ya no mandaran a nadie, pero ya era demasiado tarde.

Se me ocurre regalarle algo a la mujer, con parte del dinero que me dieron para el sobrepeso. Me acerco a una tienda de monitos y veo una "hadita", decido comprar la del mes de Mayo.

Al dársena se queda sorprendida y no dice una palabra. Yo solo sonrío y me voy, deseandole lo mejor en su vida...

Las nubes parecen tener vida, parecen ser parte de un ser, de un organismo vivo. Se extienden por todo el horizonte y reflejan la luz del sol con su blancura. Que bellas formas, me llenan de emoción. Quisiera tomar una foto, pero hay un poco de turbulencia y no dejan abandonar los asientos.

A lo lejos se ve una linea donde acaban abruptamente las nubes. ¿Será la costa?

Efectivamente, llegamos al borde del mar. A lo lejos se ve un río que desemboca al mar, y logro ver el color café claro que penetra el mar y se disuelve, dejando un sutil trazo hacia el norte. Al acercarnos se ven las olas rompiendo, y comienza a advertirse un suave color verde en el mar.

Al adentrarnos, el infinito del cielo, con esa increíble gama de azules, se mezcla con el azul profundo del mar. Solo una suave linea de "bruma", de vapor de agua que refleja un color blanco, divide estos dos grandes gigantes.

Suena la canción "all is full of love", y la vista desde la ventana hacen que sienta toda la grandeza del infinito, del "todo", ante este maravilloso espectáculo: "Todo está lleno de amor... a todo tu alrededor...". La emoción me embarga y salen lagrimas de éxtasis, mientras mi corazón parece que va a explotar. Glorioso momento...

A la mitad del vuelo no hay nada mas que la inmensidad del mar y del cielo... divididos sutilmente por ese "halo" blanco. Recuerdo las palabras de Eckhart y me vuelvo consciente del espacio que hay en todo, de ese espacio, de esa "nada" que todo lo llena. Eso es una puerta de acceso al "Ahora" y a la magnificencia del todo...

... Costa de nuevo! A lo lejos se distinguen mas nubes, pequeñas y con forma de algodón, reemplazando el fino "halo" del horizonte. El color del mar es predominantemente azul oscuro, pero se dejan ver tonalidades turquesas cerca de la playa, formando un caprichoso "patrón".

Escucho a Jon Anderson: "Expect unexpected... believe unbelievable... realize indiscribable... percieve undeniable LOVE... all in the forest of life...".

Comienza el descenso...

En el aeropuerto me espera un hombre. Amablemente me lleva al área de los transportes y espero unos minutos en lo que consiguen una camioneta para llevarme. Le informo que originalmente me iban a llevar a un hotel, pero hubo cambio de planes, que me lleven al Nizuc Palace.

El viaje es corto, voy solo en la camioneta. Llegamos a una caseta de entrada del hotel, y recorremos un tramo como de unos 200 metros, en los cuales solo se puede ver una espesa selva.

Llego al hotel y me recibe Aldo, que estaba a punto de retirarse a su casa. Me auxilia en el registro y me explica que el hotel es de tipo "all inclusive", que con la banda de plástico en mi muñeca puedo usar cualquier instalación y consumir lo que quiera en cualquier restaurante.

Me da un rápido tour del lobby, restaurantes y albercas. Se despide y quedamos de vernos temprano al día siguiente para supervisar el salón del curso, la red y la instalación del software.

Un "bell boy" me indica el camino a mi habitación... 5800...

Me cambio la ropa y rápidamente pregunto donde doy a la playa. Y en unos instantes estoy a la orilla del mar.

El mar! Infinito, majestuoso, poderoso, tranquilo. El oleaje es mínimo, y al quitarme los zapatos y tocar el mar con mis pies, el agua esta tibia! Tibia! Que maravilla!

Al relajarme y observar la grandeza del mar, siento una tranquila y hasta familiar conexión con la tierra.

Doy gracias al Todo por este glorioso momento... "Expect unexpected... believe unbelievable... realize indiscribable... percieve undeniable LOVE... all in the forest of life...".

Me entrego a la meditación...

Las palabras me faltan, no hay manera de expresar tantas emociones, sentimientos, experiencias...

"All is full of LOVE..."

Belleza y perfección por todos lados...

Ahora doy y recibo amor fácilmente donde quiera que voy...

Merezco ser amado, simplemente por ser...

Y esto no se trata de mi, se trata de NOSOTROS... todos nosotros!

I Love, therefore we are... Amo, luego existimos


Solo puedo hacer una cosa, y decido documentar el resto de esta aventura con fotografías...

Gloriosos días!