La petición de un Niño/a

de Kathryn Kvols , ©2003

Queridos Mami y Papi:

Cárgame, tócame, apapachame a cada rato... pues es a través de tu amor que yo florezco

Véme, escúchame, y no apresures nuestro tiempo juntos. Y aunque ya me hayas leído "Los 3 Cochinitos" mil veces, hazlo con todo tu corazón - sin saltar páginas! Porque yo construyo mi autoestima a través de lo importante que yo soy para ti.

Recordaré tus brazos abiertos y la luz de tu rostro cuando me ves por lo que soy, y no por la linda ropa que me compras. Tus besos de mariposa, los bailes bajo la lluvia y las "guerritas" de crema de afeitar perdurarán mas tiempo que los juguetes que me compras.

Se paciente y aprende a entenderme, porque a través de nuestras interacciones es como yo aprendo a interactuar con otros.

Valora mis necesidades sin importar lo simples o "tontas" que puedan parecerte, porque es así como aprendo que lo que quiero es importante.

Se firme conmigo, aunque haga berrinches en las tiendas, porque es a través de tu valentía de ser firme que yo aprendo a seguir mis convicciones.

No me sobornes, ni recompenses ni castigues... porque así me privas de la oportunidad de escuchar mi voz interna.

Por favor, no me grites ni me pegues... porque esto me enseña a usar la fuerza para obtener lo que quiero.

Perdónate a ti mismo rápidamente, ya que mi espíritu es resistente.

En ves de recordar mis pisadas en tu parabrisas, mis sucios calcetines llenos de tierra y los dibujos en la pared, recuerda el día en que descubrí mi sombra, mis brazos alrededor de tu cuello y la delicia de mis risitas.

Al final de nuestros días malos, recuerda lo mucho que me amas. Mírame cuando duermo. Maravillate de mis pestañas, cachetitos y deditos.

Cuando el maestro te mande hablar, o cuando participe en una pelea, asume lo mejor de mí y espera lo mejor de mí.

Apoyame siempre, pero permiteme luchar mis propias batallas... porque es así que desarrollo la confianza en mí mismo y creo mi propio carácter.

Muestrame como fluye el respeto y la cooperación entre ustedes dos... porque es así como aprendo a relacionarme con el sexo opuesto. El mejor regalo que me puedes dar es tener una buena relación de pareja.

Apoya mis cambiantes sueños conforme crezco. Necesito alguien que crea en mí cuando yo no lo haga.

Confía en mí en la adolescencia, aunque no exista evidencia alguna para esto. Confía en que me has enseñado bien.

A pesar de que yo quiera que camines lejos de mí en el centro comercial, y que no permita que me beses en público, aún así te necesito.

Permite que exprese quien soy, y que tome mis propias decisiones en la vida, aunque difieran de las tuyas.

Por último, haz que solo Dios sea más importante que nuestra familia... porque es ahí donde descubro quien soy.

A Child’s Request