jueves, marzo 16, 2006

Cómo dejé de juzgar

A lo largo de esta nueva senda que comencé a recorrer en el verano del 2002, me he topado continuamente con el tema de 'juzgar'. Un factor fundamental para ejercer el amor y la comprensión hacia otros es precisamente evitar el 'juicio' hacia ellos, según escuché y leí muchas veces.

Pero la inofensiva frase 'no juzgues' implica un gran esfuerzo para muchas personas al tratar de llevarla a cabo. Es más fácil decirlo que hacerlo.

Al tratar de poner en práctica esta misteriosa y elusiva frase, surge el gran problema de la técnica, o la manera de llevarla a cabo. Al menos en mi caso, en ningún libro, taller, foro, conversación o alucinación personal, había podido obtener siquiera una pista clara de cómo hacerlo.

Comencé pues mi búsqueda personal de respuestas.

Lo primero que hice fue 'definir' e identificar esa actitud en mi proceso de interacción con otras personas. ¿Cómo juzgo a esta persona? Descubrí muy fácilmente que, en mi caso, comienzo a 'pensar' cómo haría yo las cosas si fuera la otra persona cuando dice o hace algo.

En pocas palabras, critico 'mentalmente' lo que dice y hace esa persona, basado en mis propias creencias y experiencias de la vida, asumiendo que ella lo está haciendo mal, y que yo sí se la manera correcta de hacer las cosas.

Una ves definido el 'proceso', comencé a observarlo en acción con las personas que me rodeaban. Con horror descubrí que entre más 'conozco' a una persona, más la juzgo. Un completo desconocido que hace o dice algo, aunque sea algo que yo no apruebo, no recibe la misma dosis e intensidad de 'criticas mentales' que alguien que conozco de años. Tiendo a dar el beneficio de la duda mucho más fácilmente a alguien que no conozco, que a un ser 'amado'.

¡¿Qué está pasando aquí?!

Con muchas de las personas que más me interesan, incluyendo mis 'supuestos' seres 'amados', la crítica aparece como un reflejo, que ataca sin cuartel ni piedad.

Para mi alivio, pronto descubrí que con esas personas había creado a lo largo de mi vida una serie de 'derechos' que me permitían aplicar todo el peso de la ley en cuanto a críticas se refiere. Y digo que sentí alivio, porque al menos ya sabía porqué pasaba esto con mis seres amados. Con un completo extraño, no tengo ningún 'derecho' porque precisamente no lo conozco ni me conoce, no se ha creado ni una 'confianza' ni una expectativa (no 'espero' nada de él).

Así que el siguiente paso fue tratar de cambiar, transformar o eliminar esos supuestos 'derechos' y 'expectativas'. Otra ves, más fácil decirlo que hacerlo.

Pero entre más trataba de eliminar estas cosas, más de ellas surgían. Parecía que entre mas las quería 'ignorar', más atención les ponía, y crecían de manera desproporcionada. Un callejón sin salida.

¿Estaba destinado a no dejar nunca de juzgar, tan siquiera 'un poquito'?

Entonces, de la 'nada', una mañana de noviembre, mientras Paty comenzaba el 'ritual' de preparar a los niños para que fueran a la escuela, experimenté lo que había buscado tantas semanas.

Primero debo describir el famoso 'ritual' del que hablo, para poner en contexto lo que me sucedió.

Mi hija Grace, de 7 años, pasa por la fase de no querer ir a la escuela, y levantarla de la cama para que se vista y desayune, es toda una odisea, literalmente. Paty generalmente comienza el ritual más cariñosa, comprensible, amable, paciente y amorosa que la mismísima Madre Teresa de Calcuta. Aquello chorrea amor por todos lados.

Pero 'Grace-zilla' (así le digo de cariño) rápidamente saca a relucir lo Aries y lo Cantú. Entre más su mamá la trata con amor y paciencia, más 'energúmena' se comporta. Al paso de los minutos, la tensión comienza a crecer. Al acercarse la hora límite, Paty comienza su transformación de la 'Madre Teresa' al 'T-Rex' del parque jurásico. Aquello se convierte en una autentica 'furia de titanes', 'Grace-zilla' vs. 'T-Rex'.

Y mejor hacemos mi hijo y yo en no abrir la boca, ni para preguntar "¿Qué horas son?", ya que se corre el riesgo de salir 'herido de muerte'. En fin, los que tengan hijos estarán familiarizados con este tipo de 'conflictos bélicos' en la familia.

Fue pues, ahí, en medio de la feroz batalla, que recibí ese pensamiento 'iluminado' (bueno, así le digo yo. realmente estaba más dormido que despierto, en el umbral de la conciencia).

Lo primero que pasó por mi mente esa mañana fue lo mismo de siempre: 'ya van a empezar los gritos... porqué no puede Paty ver que... bla bla bla...", y "... para colmo, ayer no fue al oxxo a comprar algo para mandar de comer y tomar a los niños, como siempre pasa... bla bla bla...". ¡El juicio al 1,000%!

Entonces recordé las palabras del libro 'Conversaciones con Dios', acerca de los pensamientos: "cuando te sorprendas a ti mismo teniendo pensamientos negativos - pensamientos que nieguen tu más alta idea de ti mismo - piensa otra ves". PIENSA OTRA VES, piensa otra cosa.

"Me pregunto ¿Cómo va a resolver esta situación Paty? ¿Qué va a hacer? ¿Cómo le va a hacer? Observaré y veré..."

¡¡¡EUREKA!!!

¡Oh grandioso momento! Entonces 'acallé' mi mente, y me puse a observar, como quien está viendo una película en el cine. Con esa sincera 'curiosidad' por saber cómo va a acabar la película. Mientras me levantaba, y comenzaba a ayudar con mis tareas del 'ritual', me mantuve atento, curioso, a cada cosa que Paty hacía, en espera de ver como resolvía cada uno de los 'problemas' que se le presentaban. Observando su 'creatividad' para resolverlos. Como el adulto que observa un niño pequeño que quiere alcanzar las galletas de la mesa de la cocina, y se sorprende de su poder creativo para lograr la meta.

Cambié mis 'expectativas', mis críticas, mis juicios, por la observación pura. Experimenté una 'paz interior' indescriptible. Había logrado encontrar al menos una manera de dejar de juzgar, y comencé a ponerla en práctica con muchas cosas en mi vida.

Al paso del tiempo, un día que se generó una acalorada discusión con Paty, no tuve oportunidad de poner en práctica lo que había aprendido, debido a que era una 'conversación pura', no había acción en la película. No podía observar lo que iba a hacer, lo que iba a crear para resolver sus obstáculos. Solo había palabras.

Y comencé a juzgar cada cosa que me decía.

Recordando las palabras de 'pensar otra cosa', traté de buscar una solución a éste dilema. Esta ves no estaba medio dormido, así que la 'iluminación divina' no era muy probable. Esta ves tenía que ser un acto 100% consiente. Al menos eso es lo que yo creía.

Pero una ves más, de la 'nada', surgió otra idea: "¿Qué pasa si presto atención a cada frase que ella dice, y en lugar de echar a andar la maquinita de las críticas, simplemente pienso 'así es'? Veamos que sucede..."

Paty: "Es que tu no hiciste tal o cual cosa...!"
Yo (pensando solamente): "Así fue"
Paty: "Ya estoy cansada de tal o cual cosa, y ya no voy a hacer tal y cual otra...!"
Yo (pensando solamente): "Así será"
Paty: "Estoy muy enojada contigo porque siempre esto y lo otro...!"
Yo (pensando solamente): "Así es"

Esto NO quiere decir que 'la tiré de a lucas' y que no me importaba lo que ella estaba diciendo. Simplemente prestaba mucha atención a lo que ella decía, y la dejaba hablar, sin esas ganas de interrumpir y comenzar a decir mis argumentos o rebatir, ya sea verbal o mentalmente. Esperaba paciente mi turno de hablar, para defender un punto de vista, aceptar conductas pasadas, o lo que sea.

Había encontrado otro modo de dejar de juzgar, si bien más sutil y peligroso (se puede caer en ignorar lo que se está escuchando), para mi igual de efectivo que el primero. Y comencé a poner en práctica esto con muchas cosas en mi vida.

Cada momento de mi vida, procuro hacer consciente estas dos formas de 'pensamiento' y 'observación', como herramientas para amar efectivamente a las personas, en especial aquellas con las que más 'derechos' alucino tener.

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"enseño lo que tengo que aprender"
ericrkl
12/7/2002

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Oh!!!!!!!!!!!!!! Bravo!!!!!
Interesante desmenuze de algo que cuesta tanto trabajo. No me voy a poner a presumir que he llegado al mismo punto hace tiempo (aunque creo que ya lo hice), la verdad es que busco informaciòn sobre la cultura sinacrismo y he debido pasar por aquí. Investigará màs sobre ti porque me ha entusiasmado, ¿tienes perfil? Veremos... Si no encuentro tu correo, podrìas escribirme a ecoarimasen@hotmail.com? Me intriga el que sepas sobre la cultura sinacrismo y si pudieras comentarme màs serìa muy bueno

Anónimo dijo...

! Si ya decia yo que no era tan simple, jeje, conoces date cuenta! Pero bueno, de cualquier modo. Si me escribes serà bueno

Anónimo dijo...

Gracias por compartir tu experiencia en este proceso, me resulto bastante claro..

Gracias!

Anónimo dijo...

excelente...1000 gracias. un abrazo

Ivonne dijo...

Gracias Heart of Gold, me has iluminado bastante, se que no es nada fácil, pero al menos con tu tstimonio, se que si se puede... es algo asi como un solo por hoy, y si caemos en juzgar, pues entender que hay 12 pasos también que nos llevan al sano juicio, como bien dics es muy sencillo decirlo, pero el ejercicio es hacerlo y ponerlo en practica!

ericrkl dijo...

Me da gusto ver que casi 10 años después de compartir esta historia, aun sigue sirviendo de algo.

Aplicando diariamente este método, se me hizo costumbre al paso de los años y aun me sirve muy bien.

EK